Gestionar un ecommerce adecuadamente implica administrar ciertos parámetros que garanticen estabilidad, a pesar de los picos de demanda y sin perder competitividad en los precios.
Vender correctamente en Internet no es algo sencillo. La logística es de vital importancia y el coste de los envíos debe ser equilibrado, ya que el cliente quiere rapidez y calidad en las entregas.
Claves para gestionar un ecommerce
El gestor de un ecommerce debe estar pendiente de los cambios, pues los consumos varían constantemente. Cambian incluso si el cliente hace compras desde un ordenador o si las hace desde una aplicación que descargó en su dispositivo móvil.
Hoy en día, internet permite darte a conocer entre clientes a los que no podrías alcanzar con una tienda física, incluyendo en el extranjero.
No obstante, atraer tráfico a una página web cuando eres pequeño no es fácil, requiere de elevadas inversiones en marketing o en ingenio y formación.
Cualquier empresa que pretenda abrir un nuevo canal de ventas tendrá que tener presente la rapidez y la calidad de las entregas, y al mismo tiempo equilibrar el coste de los envíos.
Especialmente tendrá que tener en cuenta el perfil del cliente, los horarios en los que se realizan las compras y el margen de tiempo disponible para la entrega de los paquetes.
Determina con precisión qué capacidad productiva tiene tu emprendimiento y valora la atención al cliente que puedes brindar.
Gestionar un ecommerce con éxito implica que tengas clara una estrategia para todas las actividades que piensas desarrollar. Unirte a un “marketplace” como eBay te aportará tráfico desde el primer día, por ejemplo.
Registra tu dominio y diseña una web atractiva. Una de las plataformas más utilizadas es WordPress, pero también tienes a Magento o a PrestaShop. Estas plataformas suelen incluir el coste de almacenamiento en el servidor, la pasarela de pagos y un software de seguridad.
Todos los detalles logísticos deben ser estudiados meticulosamente. Desde el packaging, el almacenaje, el stock, la integración con los sistemas de los proveedores, entre otros, tendrán que repasarse constantemente para una gestión de calidad.
