¿Cuándo deberías renovar tu página web? Llega un momento clave, y es cuando observas que el diseño es casi tan antiguo como internet. Ahora bien, bromas aparte, sí que es necesario realizar retoques cada cierto tiempo para mantenerla siempre actualizada.
Pero ojo, tampoco te dejes llevar por las modas. Si lo haces, estarás renovando tu web cada dos o tres años. Si los diseños varían mucho unos de otros, también puedes crear confusión entre el público habitual que visita el site.
Así pues, ¿dónde estaría el punto medio? Es complicado y depende un poco de cada caso. No obstante, sí que te puedo mostrar algunos casos en los que, si te sientes identificado, querrá decir que toca una pequeña o gran renovación, dependiendo de cada situación particular.
Descubre cuándo es necesario renovar tu página web
Vamos al lío. ¿Cuándo vas a comenzar con el restyling de tu web? Por lo general, estos son los motivos más comunes.
Imagen
Es necesario que la imagen de tu web sea moderna y esté actualizada. No es importante que esté según las últimas modas, ya que cada año aparecen nuevas. Pero sí es básico que el estilo sea atractivo, atrayente, que llame la atención desde el primer vistazo.
Recuerda que la experiencia de usuario es clave para el éxito de toda web. Por eso has de renovar la imagen, ya que es parte básica de la experiencia que disfrutará el visitante del site. No lo olvides. Si la notas desfasada con respecto a otras páginas más modernas, actuales y de éxito, a trabajar toca.
Usabilidad
En la experiencia de usuario, la usabilidad también es clave. Dentro de una web, cuantos más clics haga el visitante, más tiempo pasará en ella y mejor será el posicionamiento SEO de la misma. Por eso es importante que cada página cargue a toda velocidad, que sea instintiva y navegable y que no falle ni un solo elemento, ya sean textos, imágenes, animaciones, etc.
Si tu web no tiene una correcta usabilidad, la experiencia de usuario será mala. Así que, ya sabes, toca reinventarse y actualizarse.
Responsiva
Es un poco extraño decir esto a estas alturas. Sobre el 80% o 90% de las conexiones a internet que hacen los usuarios en todo el mundo se llevan a cabo por medio de smartphones o tablets, muchas más que a través de ordenadores de sobremesa o portátiles. De ahí que tu web tenga que ser responsiva o responsive.
Si no sabes de qué te hablo, mal vamos. Quiere decir que tu web se ha de adaptar a las pantallas más pequeñas y verticales de los terminales móviles. De lo contrario, redundará en la experiencia de usuario y será, además, castigado por los motores de búsqueda, que reducirán tu posicionamiento orgánico.
Elementos desfasados
Si tu web está basada en elementos desfasados, también sería un buen momento para darle un lavado de cara. Por ejemplo, Flash, que antaño fue muy demandado, pero que hoy está bastante pasado de moda y que, en realidad, es bastante poco útil.
Contenidos anticuados
Tampoco va a ayudar a tu web que tenga un sinfín de contenidos copiados, desfasados o temporales que ya no se consultan y que no atraen tráfico alguno. Por eso es necesario analizar cómo están organizados, actualizar cuantos sean posibles y asegurarse de que no son rémoras con enlaces rotos, plagios y demás.
Adaptada a navegadores
Otro punto clave. Casi todos los usuarios utilizan Mozilla Firefox y Google Chrome para navegar. Algunos suman Safari u Opera, pero tienen menos seguidores. Ahora bien, ¿tu web está adaptada a sus requerimientos? Míralo bien o estarás recibiendo menos tráfico del requerido si no es así.
Así es la vida. Llega un momento en que hay que renovarse. Con tu web pasa lo mismo. No obstante, si tienes dudas y no sabes seguro si es bueno dar el paso o no, te invito a que me consultes sin compromiso. Cada caso es un mundo.